¿Y qué me pongo?
Ahora que estamos modo Shakira por el inicio de su tour musical "Las mujeres ya no lloran", tenemos las redes sociales saturadas de grabaciones in situ de los afortunados fans que lograron comprar boleta para alguno de sus conciertos.
La gente que me conoce se ha extrañado de que yo no haya invertido mis ahorros en ver a Shakira en directo, y sí, quizás tengan razón. Tal vez moriré sin ver a la artista en vivo a pesar de ser devota de la Santa desde siempre, y si es así, no será por falta de dinero para comprar la entrada, sino por falta de disposición para participar de la rapiña virtual que se forma para lograr un cupito en la boletería. Te amo Shakira, pero no para tanto.
Como ya me resigné a que solo veré el concierto a través de videos de Tiktok, me he dedicado a leer todos los chismes detallados sobre el evento, incluyendo los 13 cambios de vestuario a los que Shakira se somete durante la jornada. Los cambios de traje aportan al espectáculo: Por lo menos uno de ellos es televisado desde su camerino mientras comienza a cantar Chantaje a la distancia. Su pasarela de moda incluye diseños de Versace, Zuhair Murad, Guarab Gupta y Jawara Alleyne. Nada mal para una mujer que ya no llora pero sí que factura con mucha dedicación y gozo por su arte.
Mientras tanto en el salón de la justicia, me encuentro yo mirando como lela mi closet sin saber cómo voy a coordinar los tres chiros que tengo para no salir con la misma pinta en las fotos de los cuatro lanzamientos de mi libro. Tengo unos mocasines rojos que no uso hace rato porque en mi casa yo por lo general estoy de chancletas o de bota pantanera. Tengo unos zapatos casuales que están buenos para salir a la calle pero quizás no a la altura del lanzamiento de un libro y tengo mis tenis azules, que ya me puse para el lanzamiento en Bogotá. Ni hablar de mis zapatos de excursionismo, que tienen poco abolengo aunque sí mucha historia.
Tengo una blusa fucsia que es linda pero no combina con nada, unos jeans más o menos en buen estado y un pantalón de seda que también ya me puse en el otro evento. Será que Sakira alguna vez mira su closet y se pregunta ¿Y hoy qué me pongo? Apuesto que ella tiene el problema inverso, que ella sabe qué ponerse para sus conciertos porque eso ya está determinado a priori, pero en el día a día no tiene ni idea con qué camiseta combinar sus pantalones.
He sabido que Shakira diseña sus propias prendas. Escuchar esto me hace extrañar a mi abuelita, quien cuando éramos chicos nos cocía toda la ropa. También hoy extraño a mi mamá, cuyo closet está repleto de trajes y zapatos de estilos que no me pondría nunca, pero en ocasiones como ésta más de una vez me han sacado del impase.
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